Triangulación de Ovnis sobrevoló Barquisimeto en enero del 2012


Por: Héctor Escalante
ovnivenezuela@gmail.com


Caracas, 01 de septiembre de 2015. Tres objetos voladores no identificados fueron observados por Tito Valbuena en el estado Lara, al occidente de Venezuela, a mediados del mes de enero del año 2012. Pese a haber reportado este hecho tres años después de suscitarse, el testigo no olvida ningún detalle: “Hace dos años, en la carrera 24, entre las calles 14 y 15 de Barquisimeto, a plena luz del día (02:00 pm), estaba esperando que el mecánico revisara mi camioneta y fastidiado, mientras esperaba, levante la mirada para contemplar el cielo, que estaba muy azul y con pocas nubes, y vi tres puntos blancos”.

Según lo relatado por Valbuena al periodista Héctor Escalante, los objetos, que eran de color “blanco o gris cromado” y se destacaban en el cielo por su brillo, “parecían cabezas de alfileres”. Explicó que en un corto lapso de tiempo, que no superó los cuatro minutos, estos se desplazaron de manera lineal, de suroeste a noreste, formando una triangulación perfecta, pero de pronto, “uno de ellos se fue rápidamente al sureste y los otros dos continuaron un trecho, pararon en seco y tomaron gran velocidad para avanzar hacia el mismo sentido”, hasta perderlos de vista entre las nubes.

Seguidamente, prosiguió, volteó hacia los lados para ver si alguien más se había percatado de lo sucedido, y notó que a unos 50 metros de distancia, aproximadamente, había otra persona mirando hacia arriba. “Me imagino que al verme como un perfecto idiota observando el cielo, por curiosidad también miró. Le pregunté: ¿Ud. lo vio?, y me dijo: Coño si, respuesta muy típica del venezolano que ya ha vivido muchas cosas y nada le sorprende”, reseñó.
  
Valbuena, un médico veterinario de 42 años que se autodefine como escéptico, admite que la formación profesional que ha recibido le hace ver el método científico como una ley inquebrantable: “Tengo un ojo muy pero muy calmado, no me voy a la primera, yo analizo, veo las posibilidades, las medito y luego es cuando hablo”. Sin embargo, sostiene que lo observado aquel día se escapa de toda lógica científica. “No eran de origen animal, ni eran fabricados por la mano humana”, precisó.

De igual forma, apelando a los conocimientos aeronáuticos que en algún momento de su vida, cuando aspiraba a ser piloto, tuvo que aprender, rechazó la posibilidad de que se tratase de aeronaves convencionales. “No eran aviones, helicópteros, drones, ni globos. Esos objetos no tenían la capacidad de llevar un ser vivo, como lo conocemos, sin producirle daños irreversibles por efecto de las fuerzas gravitatorias implicadas”, concluyó.